jueves, 29 de enero de 2009

México, con las cuevas más destacadas del planeta por su cantidad y diversidad




■ Presentan mañana en Tabasco libro de Carlos Lazcano, que reúne a espeleólogos y fotógrafos del mundo
“México, con las cuevas más destacadas del planeta por su cantidad y biodiversidad”

■ Yaax-kik, la mina de Naica y el Sótano de las Golondrinas, algunas de las registradas en el volumen


Olga Alicia Aragón Castillo (Especial)

Ensenada, BC, a 28 de enero. Carlos Lazcano Sahagún, considerado uno de los mejores espeleólogos del país, escritor, historiador, geólogo, fotógrafo, explorador de montañas, abismos y cavernas, presentará su más reciente obra, Privilegios de la luz, maravillas subterráneas de México, en el Congreso Nacional de Espeleología que se efectuará el 30 de enero en Villahermosa, Tabasco.

El libro sobre las cuevas más hermosas de nuestro país es una introducción a la espeleología, con imágenes fotográficas de asombrosos paisajes.

Profundas cavidades que atesoran cascadas, cataratas y ríos subterráneos; inmensas galerías con fantásticas esculturas de estalactitas y estalagmitas formadas gota a gota durante millones de años; jardines de cristales, flores de piedra, fósiles de concha y caracol, nacaradas perlas de aguapiedra; preciosos cristales que semejan trozos de luna en la negrura de la noche; hallazgos arqueológicos de esqueletos y cráneos humanos incrustados en rocas; vestigios de pueblos enteros que habitaron en las cavernas; pinturas rupestres, murciélagos y otros extraños seres milenarios de la oscuridad, son algunas maravillas subterráneas contenidas en las 171 páginas de esta obra.

Privilegios de la luz, editado por Ceiba Arte Editorial SA de CV, con el patrocinio del Grupo Cementos de Chihuahua, reúne el trabajo de más de 20 espeleólogos y fotógrafos del mundo, convocados por Lazcano para realizar un compendio sin precedente en la espeleología mexicana.

“Este libro marcará una etapa fundamental en el conocimiento y la difusión del patrimonio subterráneo de México”, comenta en el prólogo Tullio Bernabei, dirigente de la italiana Associazione Geographiche La Venta.

Medio siglo de investigación

La obra, escrita y coordinada por el geólogo ensenadense egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) contiene creaciones artísticas de la naturaleza, descubiertas a lo largo de medio siglo de exploración de las profundidades del territorio nacional, en imágenes captadas por el propio Lazcano y por Frank Abatto, Phillipe Ackerman, Giovanni Badino, Tullio Bernabei, Óscar Berrones, Kasia Biernacka, Dave Bunnell, Ken Davis, Marcin Gala, Jean Krejca, Suzie Lasko, Anne Lazcano, Paolo Petrignani, Mauricio Ramos, Daniel Riordan, Wes Skiles, J.A. Soriano, Peter Sprouse, Marcus Preissner, Bill Stone, Fátima Tec y Gustavo Vela Turcott.

Las espectaculares imágenes de la Cueva de los Cristales pertenecen a Speleoresearch & Films, creada ex profeso para el registro fotográfico de esta maravilla subterránea.

Con más de 30 años continuos de investigación espeleológica, Carlos Lazcano calcula haber explorado unas 2 mil 500 de las 7 mil cuevas de que se tiene registro en el país. Los especialistas estiman, sin embargo, un potencial cinco veces superior: unas 35 mil cuevas, en su mayoría formadas en el cretácico, hace 60 a 100 millones de años.

Al menos una cuarta parte del territorio mexicano –medio millón de kilómetros cuadrados–, son cavernas, las más de belleza extraordinaria, con una geografía subterránea sumamente diversa.

Nuestras cuevas, enfatizó Lazcano, son de las más destacadas del planeta en casi todo: extensión, longitud, profundidad, biodiversidad, cantidad, paisaje, usos culturales.

En la oscuridad absoluta

El mundo subterráneo de México contiene una fauna especial, especies que han evolucionado miles de años para adaptarse a la oscuridad absoluta: insectos, arácnidos, escorpiones, moluscos, peces y murciélagos, entre muchos otros animales cuyo ciclo de vida es cavernícola, conocidos como “troglobios”, que presentan pérdida de ojos, despigmentación, crecimiento de órganos para guiarse. Más de un centenar de estas especies son endémicas, no se les encuentra en ninguna otra parte, aseveró Lazcano.

En su libro, el geólogo bajacaliforniano incluye a Yaax-kik, de Yucatán, la cavidad considerada la más hermosa de México en cuanto a sus concreciones caprichosamente pulidas por el agua en flores de aragonita, helictititas, estalactitas, cristalizaciones de calcita de belleza sin igual.

Yaax-Kik fue descubierta en 1956 por Eloy Centina, pero Lazcano fue el primer espeleólogo que la exploró, en 1986, año en que hizo la cartografía, el estudio y registro fotográfico de esa caverna.

El mayor prodigio de Privilegios de la luz se encuentra a 300 metros de profundidad en la mina de Naica, pequeño poblado desértico al sur de la ciudad de Chihuahua; se le conoce como la Cueva de los Cristales, y según National Geographic (edición abril 2007) es la cavidad más hermosa y extraordinaria del mundo, por tratarse de una macrogeoda sin comparación en el planeta: una cueva completamente recubierta por cristales transparentes de selenita de tamaño descomunal, que alcanzan hasta 11 metros de largo con dos metros de grosor y llegan a superar las dos toneladas.

“En el reino de la oscuridad total y el arrullo del silencio –escribió María Antonieta Ferreira Garza, en el capítulo Naica, un diálogo con la naturaleza– estos megacristales se formaron durante un proceso de millones de años, a partir de pequeñísimas estructuras cristalinas que crecieron a la velocidad de 1.2 milímetros por milenio.”

Lazcano fue el primer espeleólogo que exploró esta cueva, descubierta en 2000 por los hermanos Eloy y Francisco Delgado, mineros de Industrias Peñoles.

“Ha sido una de las experiencias más hermosas de mi vida. Tuve el gran privilegio de dar a conocer esta maravilla a nivel mundial”, dijo extasiado ante el recuerdo del corazón de cristal de Naica.

Claude Chabert, prestigiado espeleólogo francés, conocedor de más de 10 mil cavernas en todo el planeta, invitado por Lazcano entró en 2001 a la Cueva de los Cristales, y sólo atinó a decir: “Esto es una locura, aquí la naturaleza se puso a desvariar y a salirse de todo lo que es para ella normal en cuanto a cuevas”.

En la mina de Naica se ha descubierto hasta hoy un sistema geológico con cuatro grandes cuevas: Las Espadas, Los Cristales, El Ojo de la Reina y Las Velas.

Dos kilómetros bajo tierra de este sistema cavernario, existe una cámara magmática, enorme lago de roca fundida a una temperatura altísima, que provoca el calentamiento de las aguas termales hasta 62º C y una humedad de ciento por ciento, lo que convierte a Naica en una de las más calientes del mundo. De ella se han extraído metales preciosos en el transcurso de dos siglos; actualmente es la primera productora de plomo y tercera de plata en el país.

Para que científicos, fotógrafos y cineastas que filmaron las imágenes subterráneas, pudieran penetrar en la Cueva de los Cristales, el astrofísico Giovanni Badinno diseñó trajes y respiradores especiales. También se desarrolló un robot para realizar parte del trabajo fotográfico y de filmación.

Científicos de diversas universidades del mundo, como el cristalógrafo Paolo Forti y el propio Badinno, al igual que especialistas en las áreas de geología, física, química, espeleología y geofísica, como Stein-Erik Lauritzen, José María Calaforra, Penélope Boston, Laura Rosales, Juan Pablo Bernal y Chris McKay, se han dedicado desde 2006 a estudiar las cuevas de Naica.

Las más largas y más hondas

Espeleólogos del mundo quedan fascinados ante la diversidad subterránea de México, dice Lazcano, porque aquí se encuentran 252 cuevas entre las más longas del planeta, como Ox Bel Ha, de Quintana Roo, la más larga del mundo con sus 172 kilómetros explorados.

Aquí están 273 cuevas de las más hondas del mundo; nueve de ellas superan el kilómetro, como el Sistema Cheve, de Oaxaca, con sus mil 484 metros de profundidad.

En México se encuentran grandes abismos de una belleza sin parangón, como el Sótano del Barro, en la Sierra Gorda de Querétaro, con sus 455 metros de profundidad, de los que 410 son en caída libre. Gracias a la luz que llega al fondo, en su interior existe un bosque de encinos habitado por una colonia de guacamayas.

En la Huasteca potosina está el abismo más hermoso del planeta: el Sótano de las Golondrinas.

Descubierto en 1966, este abismo revolucionó la espeleología por su magnitud. Su belleza descrita así por Lazcano: por su enorme boca circular, que tiene un diámetro de 60 metros, los que se abren a un gran tiro con 376 metros de verticalidad absoluta, todas las mañanas salen parvadas de miles de golondrinas que inundan el cielo en un magnífico espectáculo, y vuelven durante la tarde para pasar la noche dentro del abismo, su casa.

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